Scott Hahn es un
teólogo popular y muy leído en inglés y español por su lenguaje sencillo y estilo ameno. Fue un pastor presbiteriano, gran conocedor de la
Biblia, especialmente interesado en el libro de Apocalipsis y en el
concepto de "alianza" entre Dios y los hombres.
Su investigación bíblica e histórica
le llevaron a él y a su esposa Kimberly al catolicismo. Escribieron su
testimonio en el popular libro Roma dulce
hogar, que ha tenido cientos de miles de lectores (20
ediciones en español) y ha influido en cientos, si no miles, de
conversiones de protestantes al catolicismo. Hoy es profesor en la
Universidad Franciscana de Steubenville (www.franciscan.edu), considerada como
"la
universidad más católica del mundo".
En su último libro La
evangelización de los católicos (Editorial
Palabra), Scott Hahn analiza cómo evangelizan los católicos (por lo
general, evangelizan poco y mal) y cómo deberían ser todos
evangelizadores.
Explora además 9 campos de
evangelización en el que los laicos y familias católicas deben
implicarse y donde darán fruto.
1. El campo
principal de evangelización: la familia cristiana
Compartir la fe
con el cónyuge, tener hijos y transmitirles la fe, contagiar la fe alrededor
de la familia a los parientes, es el principal campo evangelizador de los
laicos, explica Hahn.
La familia es una iglesia doméstica, y
el testimonio de amor fiel de una familia unida evangeliza a todo su
entorno. Para ello las parejas casadas han de cumplir sus compromisos
matrimoniales (ser fieles, amarse y respetarse, acoger y educar a los
hijos...) y han de saber que ellos, y no los catequistas o
colegios, son los principales evangelizadores de sus hijos.
La familia, recuerda Hahn, evangelizará
poco si no reza en familia, y la misa debe ser el centro de la vida
familiar. Los hijos han de ver además que la familia es una fuente
de caridad y generosidad, con visitas a enfermos, ayuda a
necesitados...
En la familia cristiana se ha de ser
fiel a la Iglesia y su enseñanza, no ser conspiradores ni rebeldes ni
aceptar como bueno lo que es pecado. Por último, la familia cristiana vive
y practica la esperanza, y más en momentos duros.
2. La amistad
La amistad es alabada en la Biblia y
es "una forma de vida compartida, como la familia". Los
"amigos" de Facebook por lo general no son (aún) verdaderos
amigos. La amistad implica invitar a participar en actividades
familiares: "cumpleaños, películas, celebración de
festividades y el rosario vespertino". Implica advertir a los
amigos de sus equivocaciones... y escuchar a los amigos cuando
nos advierten y corrigen.
Implica ayudar a un amigo a llegar a
fin de mes. Implica hablar de Cristo a los amigos, especialmente a los
alejados: dejarles libros evangelizadores, invitarles a encuentros
espirituales, quizá a misa, a retiros... "Un ´vamos a rezar una
oración cortita por eso ahora mismo´, en el momento preciso,
suscita a menudo, reacciones sorprendentes: lágrimas, alegría, paz y
agradecimiento. No hay que aporrear a los amigos con la Biblia en
la cabeza: "el cariño y la lealtad son, a menudo, el
testimonio más eficaz".
3. El vecindario
En el Occidente postmoderno muchos no
conocen a sus vecinos ni se tratan con ellos. Los horarios, la forma de las
viviendas, etc... todo apoya el individualismo. Aún así, los vecinos
existen: hay que sonreirles cuando te los encuentras, ser amables y
corteses, dejar que vean a nuestros hijos... Quizá en su mundo nadie más
les sonríe, nadie les trata con amabilidad ni hay niños en su entorno. Así,
la familia cristiana empieza a evangelizar al vecino.
El siguiente paso es crear
lazos: "una barbacoa, una fiesta en el jardín, una fiesta en el
vecindario..." Visitar una vecina viuda, llevar un regalo a vecinos
que han tenido un niño... todo crea lazos. "A la gente no le atrae
el catolicismo como concepto, sino como forma de vida", recuerda
Hahn: por eso los vecinos han de verla y empezar a vivirla.
4. El trabajo
Un laico evangeliza cuando en el
trabajo se niega a hacer algo que va contra la fe. La vida laboral no es un
compartimento estanco inmune a la fe.
Hay que ser buenos trabajadores, pero
también buenos compañeros y buenos jefes, lo que implica
amabilidad y respeto. Es bueno recordar cumpleaños y nacimientos de hijos
de los compañeros, asumir trabajo extra de un compañero si tiene que
atender a un enfermo, sonreír en la oficina...
Además de este ejemplo cotidiano,
"podemos empezar sesiones de estudio bíblico a la hora del almuerzo e
invitar compañeros"; podemos invitar al católico no
practicante del despacho de al lado a ir a la iglesia (quizá el
día del patrón de nuestro oficio, o un Miércoles de Ceniza, o en el día de
su santo); se puede invitar a los compañeros a actividades evangelizadoras
del fin de semana, o de una tarde semanal.
Hahn cree que cada católico
debería poder explicar a su compañero de trabajo en 5 minutos o menos por
qué es católico, cómo ha sido su encuentro personal con Cristo, cómo
cambia Cristo su vida: es lo que da tiempo a exponer en una charla de café.
5. La parroquia
La parroquia es evangelizadora y
necesita de los dones de los parroquianos. "Usémoslos, pues: como
voluntarios para organizar la despensa de la parroquia, cantar en el coro
de la iglesia, entrenar al equipo de fútbol del colegio de la parroquia,
visitar a los enfermos que no pueden salir de casa, formar parte del
consejo financiero de la parroquia, encargarnos de la hora santa semanal o
simplemente llegar a la parroquia veinte minutos antes de misa para rezar
el rosario con otros".
Hahn anima a organizar actividades
que al párroco no se le hayan ocurrido. Lo que el párroco prefiere
es que le digan "podríamos organizar tal cosa, yo me encargo,
padre". Traer conferenciantes, organizar cineforums, crear
grupos de visitas a personas solas, grupos de apoyo a madres novatas,
grupos de oración y estudio bíblico, visitas a católicos alejados... "La
parroquia es donde nos alimentamos y donde ayudamos a alimentar a otros, no
es una gasolinera donde llenamos el depósito sacramental y nos
olvidamos hasta la semana que viene".
6.La universidad
Un estudio en EEUU señala que el 60%
de los que entran en la Universidad siendo practicantes salen sin serlo. En
España se deja la práctica religiosa mucho antes, hacia los 13 años.
Scott Hahn alaba dos modelos de
evangelización en la universidad -ámbito que él conoce bien- que son el
Centro Newman de la Universidad de Illinois y FOCUS (www.focus.org), la Fraternidad de
Estudiantes Universitarios Católicos. FOCUS se fundó hace poco más de una
década y ha crecido exponencialmente. Tiene la sede en Denver (que fue sede
de una JMJ) y cuenta con 400 misioneros repartidos en 74
universidades. "FOCUS es el modelo de cómo la nueva evangelización
debe llevarse a cabo en los campus universitarios, y en la próxima
década la demanda de misioneros de FOCUS, así como de laicos católicos
dispuestos a apoyarlos y patrocinarlos, irá en aumento".
(En España FOCUS no tiene presencia,
ni ninguna realidad parecida, ya que la pastoral universitaria española, en
manos de las diócesis, por lo general no hace nueva evangelización y se
limita a pastorear a los ya practicantes).
7. Los medios de
comunicación
"Los católicos tenemos ahora más
herramientas que nunca para contar nuestra historia y proclamar el
Evangelio, lo que hace que nuestra presencia ahí sea esencial",
explica Scott Hahn. "No todos estamos llamados a escribir un blog o
presentar un programa de radio, pero utilizando nuestras cuentas de
Facebook o Twitter para dar testimonio de la fe contribuimos a la nueva
evangelización", sugiere. También pide apoyar las iniciativas
de prensa católica en papel, TV, radio o Internet. La edición española
del libro cita en las notas, como ejemplos, a ReligionEnLibertad.com,
VaticanInsider.com, Aceprensa.com, MayFeelings, Catholic Voices y
Arguments. Apoyar la prensa católica en Internet, redifundiendo
noticias o con donativos, es parte del apostolado de los laicos.
8. Conferencias y
ejercicios espirituales
Scott Hahn tiene claro que llevar a un
tibio, alejado o incluso pagano a un buen evento cristiano puede
transformarle la vida. Los grandes encuentros de oración, adoración y
formación que nacieron de la Universidad Franciscana de Steubenville se han
difundido por docenas de ciudades de Estados Unidos y cada vez atraen más
decenas de miles de jóvenes (pueden conocerse enwww.steubenville.org).También están
renaciendo los ejercicios espirituales. "Hoy en día sólo unos pocos
católicos comprometidos tienen la costumbre de hacer un curso de retiro
anual; la recuperación de esta práctica, así como un mayor fomento de la
misa, daría muchos frutos para la Iglesia y la nueva evangelización",
escribe Hahn.
9. Los nuevos
movimientos de laicos
Scott Hahn es cercano al Opus Dei,
aunque su universidad está más bien inmersa en la espiritualidad de la
Renovación Carismática. Sin embargo, no menciona a ninguno de estos dos
cuando enumera movimientos que "han ayudado a millones de
católicos". Menciona a Focolares, Comunión y Liberación, Camino
neocatecumenal, Milicia de la Inmaculada, Apostolado para la Consagración
de la Familia y la Legión de María, añadiendo que hay muchos más. Recuerda
las palabras de Juan Pablo II que los llama "la respuesta
suscitada por el Espíritu Santo a este dramático desafío". Hahn
cree que los laicos, al colaborar con estos movimientos, confirmarán que es
cierto lo que decía Juan Pablo II y son una respuesta del Espíritu.
Scott Hahn finaliza así su repaso a
los ámbitos evangelizadores del católico laico: "Hay escasez
de católicos dispuestos a vivir su fe con fidelidad radical, con
audacia y de manera atractiva, en los múltiples campos de la nueva
evangelización. Cristo a través de su Iglesia nos llama a ti y a mí a
cambiar eso. Nos llama a dedicar nuestras vidas a la tarea de
sembrar semillas para Él".
Opus Dei, Vigo
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